Parpadeó varias veces, creía que era otro de sus incontables sueños. No podía quitar la vista de sus ojos color azabache; negros como la oscuridad, estrellados como el infinito cielo con millares de estrellas de difentes tamaños, todas únicas.
Como siempre, se quedaba paralizada antes él sin poder decir nada, simplemente intentaba balbucear su nombre. Y él como siempre, sin parpadear, con expresión fría...
Pero esta vez no. Le dedicó una sonrisa ladeada y le alargó la mano, sin apartar los ojos de los de ella, que ya estaban lagrimeando creyendo que era un sueño e iba a despertar. Llevó su propia mano a la cintura para pellizcarla. No era un sueño, todo era realidad.
Logró devolver la sonrisa y se dejó llevar...
Se dejó llevar por el propio diablo, enamorado de un ángel.
®Cceli.
3 comentarios:
Que bonito :)
Es chachi la entrada : )
Me encantan los ojos negros ü
Aww! casi me quedo sin respiración cuando leía. Estas cosas me encantan :$
Vendrás a la quedada si o sí no? ;)
Ve atenta por verano, puede que te encuentres a una cica pidiendote que sonríes ;)
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